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Sam el gato insumergible sobrevivió varios naufragios en la guerra

Rosario Pérez

Sam The Unsinkable

Sam, el gato ‘insumergible’ que sobrevivió a varios naufragios en tiempos de guerra

Varias publicaciones escritas e incluso un cuadro cuentan la historia del felino que fue rescatado tras el hundimiento de tres buques en la Segunda Guerra Mundial, dos de ellos cerca de Gibraltar.

Sam, el insumergible, fueron el nombre y el apodo de uno de los gatos más ‘famosos’ del siglo XX: un felino que, al parecer, sobrevivió a al menos tres naufragios en plena Segunda Guerra Mundial y que pasó parte de su agitada vida en Gibraltar.

Sam the Unsinkable
Sam the Unsinkable

Aunque algunos periódicos y testimonios de la época dan cuenta de sus ‘hazañas’, aún hoy resulta difícil dilucidar cuánto puede haber de realidad, y cuánto de ficción, en el relato que ha llegado hasta nuestros días, y que aparece recogido en varias publicaciones escritas e incluso en un cuadro de la artista Georgina Shaw-Baker, expuesto en el Museo Marítimo Nacional de Greenwich.

Leyenda o realidad, cuantos han escrito sobre él coinciden en que Sam (cuyo primer nombre fue Oskar) fue un gato blanco y negro que ‘prestaba servicio’ en un buque de la Kriegsmarine alemana, y que, tras ser rescatado ileso de un primer naufragio, acabó ‘enrolado’ en la Marina Real británica y sobreviviendo al hundimiento de, al menos, otros dos buques más.

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Aunque ahora pueda parecer sorprendente que un buque de guerra llevara a bordo a una ‘mascota’, los historiadores creen que la práctica de llevar gatos a bordo de estos navíos se remonta incluso a miles de años atrás, y tiene una explicación lógica: servían para luchar contra ratas, ratones y otros ‘invasores’, que dañaban la estructura y el equipamiento de los barcos.

En lo que respecta a Sam, su primera travesía conocida fue a bordo del Bismarck, un acorazado alemán que el 18 de mayo de 1941, en pleno apogeo del régimen nazi, zarpó para participar en su primera y única misión: la Operación Rheinübung.

HMS Bismark WWII

Tras una feroz batalla naval, el Bismarck se sumergió en el mar el 27 de mayo, y apenas sobrevivieron 118 miembros de una tripulación compuesta por más de 2.200 hombres. Según cuentan las crónicas, el gato entonces llamado Oskar fue encontrado, algunas horas después del hundimiento, aferrado a un tablero que flotaba en el agua, y rescatado, junto a otros 114 supervivientes, por el destructor británico HMS Cossack.

En los siguientes meses, el gato sirvió a bordo del Cossack, que realizaba tareas de escolta de convoyes en el Mediterráneo y en el Atlántico norte y que, el 27 de octubre de 1941, se hundió al oeste de Gibraltar, tres días después de haber sido alcanzado por un torpedo disparado por un submarino alemán. Aunque parte de la tripulación pudo ser transferida al destructor HMS Legion, la explosión inicial había producido 159 bajas, pero el gato Sam no se encontraba entre ellas, y también en esta ocasión fue rescatado.

HMS-COSSACK

Ya apodado ‘el insumergible’, el felino fue transferido al portaaviones HMS Ark Royal (que casualmente había participado en la destrucción del Bismarck) y también allí la casualidad quiso que viviera un nuevo naufragio, al ser torpedeado su nuevo buque por otro submarino alemán el 14 de noviembre de 1941, cuando regresaba de Malta.

El portaviones se hundió lentamente a 30 millas de la costa de Gibraltar, después de varios intentos desesperados por remolcarlo que resultaron inútiles, pero que permitieron rescatar a prácticamente toda su tripulación, incluido Sam. Los periódicos de la época contaron que el afortunado gato había sido encontrado aferrado a una tabla de una lancha, ‘enojado pero ileso’.

HMS Ark Royal

Antes de ver terminada su ‘carrera’ en la Armada británica, el famoso felino pasó por otros dos buques más: el HMS Legion y el HMS Lightning, y los dos se hundirían con posterioridad, el primero de ellos en 1942 y el otro, en 1943…

Pero Sam, tras disfrutar de un tiempo cazando ratones en tierra, en las oficinas del gobernador británico en Gibraltar, ya había sido trasladado al Reino Unido, concretamente a Belfast, en Irlanda del Norte, donde pasó el resto de la guerra en la casa de un marinero hasta su muerte, en 1955.

Sam, el gato ‘insumergible’ que sobrevivió a varios naufragios en tiempos de guerra

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