Damon Bossino, un verso libre dentro del GSD, aspira a liderar el partido. Católico convencido, se opone al aborto, a la gestación subrogada y al matrimonio entre personas del mismo sexo, y no ha tenido reparos en votar en contra de estas cuestiones en el Parlamento. Casado con una abogada española, cree en la zona de prosperidad compartida, pero advierte que permitir la presencia de policías españoles en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar supondrá reabrir heridas que aún no han cicatrizado.
Damon Bossino, pese a su edad, 49 años, es un veterano en la política gibraltareña, en la que comenzó muy joven. En 1996, con 24 años, se presentó en la lista del Partido Nacional de Gibraltar (GNP) junto a quienes ahora son sus rivales políticos, Fabian Picardo y Joseph García, que gobiernan en coalición.
Tras once años apartado de la política, regresó en 2011, asegura que porque Peter Caruana se lo pidió “y casi ganamos. No lo conseguimos únicamente por 200 votos”, cuenta a ReachExtra.
Bossino es abogado, está casado con una abogada española, Rosa Arrimadas –prima segunda de la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas- y tiene tres hijos.
Es un verso libre dentro de su partido, ya que defiende posiciones más conservadoras y mantiene firmes convicciones católicas, por lo que no ha tenido reparos ni complejos en ser de los pocos en el Parlamento, incluidos sus compañeros de partido, en votar en contra del aborto y la gestación subrogada, y en defender el derecho a la objeción de conciencia de los funcionarios del Registro Civil obligados por ley a casar a contrayentes del mismo sexo.
“Soy más conservador que mis compañeros y lo he demostrado en las votaciones. El planteamiento conservador tiene que tener su lugar en la política de Gibraltar y no estoy hablando de la ultraderecha, no me identifico con eso, pero sí con posiciones conservadoras.”
“Por convicciones católicas me sitúo dentro del centroderecha en temas como el aborto, la gestación subrogada y la unión de personas del mismo sexo, y soy transparente. Voto en conciencia y eso se tiene que respetar. Todos mis compañeros, tanto del Gobierno como de la oposición votaron a favor.”
“Me pregunto si alguno lo hizo un poco a regañadientes. Yo no escondo mis convicciones y creo que eso aporta aire fresco al Parlamento. No todo el mundo tiene que pensar lo mismo”, asegura.
Sobre sus relaciones con el que fue compañero de partido, Fabian Picardo, con el que ahora protagoniza tensos debates en el Parlamento, sostiene que le gustaría pensar que son buenas.
Y es que Bossino lleva áreas de peso en la oposición, como son Turismo, Servicios Financieros, Urbanismo o Puerto: “Me gustaría pensar que las relaciones siguen siendo buenas. Tuvimos una trifulca en la Cámara hace unas semanas, que la verdad es que descendió a un nivel que creo que no nos gustó a ninguno de los dos.”
“Las emociones a veces te superan. Tenemos esos encontronazos, pero creo que aunque tengamos diferentes ideas hay respeto mutuo. Él es bastante humano. Cuando estuve en Navidades enfermo con Covid se interesó por mí y la verdad es que se lo agradezco mucho”.
Es en el apartado financiero donde más duro se muestra con la gestión del Gobierno de socialistas y liberales.
“Para mí lo peor de la gestión han sido las finanzas públicas. Mantenemos nuestra postura con este asunto desde el primer momento porque se veía venir el endeudamiento. Ha habido un despilfarro del dinero público.”
“Ahora tenemos la pandemia y eso va a suponer un gran agujero, aunque en la parte positiva hemos recibido ayuda directa del Gobierno británico para recibir un préstamo de medio billón de libras. Eso también ha sido una buena gestión porque la pandemia ha supuesto un golpe muy duro para la economía local y las finanzas públicas, así como un mazazo para Gibraltar, como en todo el mundo”, asegura.
Entre sus objetivos está precisamente enderezar esa situación, algo que asegura puede conseguir su partido:
“Nosotros, como siempre hemos hecho, podremos enderezar la actual situación”.
¿Tan grande es el agujero?, le preguntamos.
“No se sabe, no tenemos todas las cifras. El Gobierno tiene que ser más transparente. Ojalá no tuviéramos razón porque eso sería bueno para Gibraltar, pero no lo creo”, responde.
Damon Bossino reconoce además sin tapujos que se postula a liderar el GSD:
“Aunque apoyo a mi líder, Keith Azopardi, siempre he sido bastante transparente y honesto. Me preguntaron si quería ser ministro principal y dije que sí. La ambición hay que tenerla, aunque no a toda costa… por qué no admitir que sí que me gustaría ser ministro principal”.
Y ahondamos en la cuestión: Picardo anunció al ser reelegido la última vez que no se presentaría a la reelección. ¿Le beneficia eso a usted como candidato y a su partido?. Ante la pregunta, Bossino lo pone en duda:
“Yo lo pongo en entredicho, no me lo creo. No veo ningún relevo obvio en su partido, a ningún candidato que quiera asumir esa responsabilidad. Es mi opinión, con todo el respeto hacia ellos”.
En cuanto al Gobierno de coalición, asegura que no lo ve como tal sino como un partido:
“Habría que ver qué fondo tiene el Partido Liberal, su estructura, afiliados… Creo que es un arreglo que tienen para darle protagonismo al líder, Joseph García. Además, eso les da la oportunidad de seguir teniendo vínculos y relaciones con la Internacional Liberal. El Gobierno de coalición es ficticio para mí”, responde.
Sí reconoce aciertos en la gestión del Gobierno:
“Sí han hecho cosas buenas. Lo primero que se me viene a la cabeza es la manera en la que se ha gestionado la pandemia. Está clarísimo.”
“Tenemos la ventaja de ser pequeños, pero se ha hecho bien. La organización ha sido buena y hemos recibido un apoyo incondicional del Reino Unido con las vacunas. Además, se ha demostrado un gesto humano, faltaría más, con los trabajadores transfronterizos registrados como tales, al vacunarlos. Ha sido muy acertado”.
Contrario al Brexit, considera que supone un paso atrás para Gibraltar y reconoce que respiró algo más aliviado cuando se anunció el acuerdo de Nochevieja:
“Estaba muy preocupado. Tenemos que entendernos a ambos lados de la frontera. Yo lo vivo muy de cerca por mi situación personal.”
“Mi reacción casi emocional fue de respirar. Como mínimo nos da seis meses para llegar a un acuerdo. En ese sentido, el preacuerdo es positivo, pero hay que mirar la letra pequeña”.
¿Con qué clase de tratado entre Reino Unido y la UE respecto a Gibraltar se daría por satisfecho?:
“Firmo la zona de prosperidad compartida. Sería algo muy positivo. Puede haber una simbiosis y es inexplicable por qué no hemos hecho más. En este lugar está el puerto de Algeciras, un exitazo, sobre todo el tráfico de mercancías, nosotros nuestro puerto, el aeropuerto…a Marruecos al otro lado. Es de tontos no haber conseguido ya esa zona de prosperidad compartida. A eso me apunto”.
«Eso sí, dejando a un lado la cuestión de la soberanía. Para los gibraltareños, lo ideal sería la autodeterminación, una situación parecida a Irlanda del Norte, y que España abandone ya la reclamación de la soberanía, que Gibraltar decida. Reino Unido en eso siempre nos ha apoyado”.
Y abunda, las relaciones con España han mejorado:
“Las relaciones con España han mejorado. El PSOE siempre ha estado más favorable a llegar a acuerdos y a un entendimiento con Gibraltar, sin abandonar eso sí la reclamación de la soberanía.”
“Pero voy a más, se ha demostrado que incluso puede haber entendimiento con la derecha española, con una situada más al centro, como la que representaba el exministro de Exteriores Alfonso Dastis, que lo demostró al iniciar este proceso. Quienes se preocupan en conocernos un poco nos entienden. Somos un lugar diferente y tenemos nuestra idiosincrasia.”
“Tenemos muchos lazos y vínculos con España, pero también con el Reino Unido. Eso es de celebrar, es algo bonito”.
Pero pide más gestos: “La reacción inmediata en España cuando se dice Gibraltar es añadirle el español… sin pensar. Tengo la ilusión de convencer algún día a la gente de que eso no es así. Tenemos que abandonar las banderas y ponernos a hablar de lo práctico y de lo humano”.
Sobre la posibilidad de la presencia de policías españoles en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar en un futuro, reconoce que para los gibraltareños no es negociable:
“Para nosotros psicológicamente sería muy duro. Tenemos que tener en cuenta nuestra historia y el cierre de la Verja lo llevamos en el ADN, sobre todo en mi generación…Yo nací con la frontera cerrada. La presencia de policía española reabriría esa herida porque no existe aún esa confianza, tiene que ganársela España.”
“Tenemos un importante apoyo de Reino Unido en este sentido, lo que nos viene muy bien a nivel psicológico, pero también práctico”.