La Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras ha levantado un nuevo faro en el privilegiado entorno del Parque Natural del Estrecho, una original edificación con la que, además de cumplir con su cometido para la navegación en una zona tan transitada como ésta, se ha pretendido se convierta en un referente visual y simbólico.
La navegación marítima en el Estrecho de Gibraltar ya dispone de una nueva guía. Se trata del nuevo faro de Punta Paloma, en Tarifa. Situado en un entorno privilegiado, el Parque Natural del Estrecho, la original edificación recupera el antiguo faro que había en este enclave con la construcción de unas nuevas dependencias que sustituyen a la instalación provisional de 2007, que albergaba los equipos de señalización marítima.
La Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA) ha levantado este faro en el último año, una torre que recupera la planta octogonal de la antigua edificación y que además de cumplir con su principal cometido se ha pretendido que sea un referente visual y simbólico.
La APBA ha invertido casi medio millón de euros para albergar los equipos de señalización marítima que hasta ahora usaban casetas prefabricadas y que marcan un punto clave en la seguridad marítima del Estrecho de Gibraltar.
El proyecto cuenta, como no podía ser de otra manera, con la conformidad de Puertos del Estado, previo informe preceptivo de la Comisión de Faros del organismo estatal.
Asimismo, los trabajos se han realizado siguiendo rigurosos requerimientos ambientales al ejecutarse dentro del Parque Natural del Estrecho, a cuya dirección fue remitido en su momento.
Se trata de un faro de planta octogonal girado unos diez grados a medida que va aumentando su altura con orientación sur y a una altura de plano focal en la cota +50 sobre el nivel del mar.
En su diseño dispone del característico fuste de estas construcciones de ayudas a la navegación marítima, aunque, en este caso, con una dimensión adecuada a las necesidades requeridas, en cuanto a la orientación sur y a la altura del plano focal de la óptica en la cota.
La torre ha sido diseñada por Manuel Matoses, arquitecto del Departamento de Urbanismo del Área de Desarrollo Sostenible de la APBA, en colaboración con el departamento de Señales Marítimas y la Subdirección de Infraestructuras de la institución, para atender todos los requerimientos del Área de Ayudas a la Navegación Marítima de Puertos del Estado.
Matoses explica que el material utilizado es ladrillo a caravista del mismo color que la arena de las dunas de la zona:
“Es un octógono al que hemos sometido a una torsión de los vientos de levante y poniente, lo que nos ha supuesto un desfase de unos diez grados en el conjunto. Se trata de una pieza en la que la forma sigue a la función”.
Por su parte, José Luis Hormaechea, director general de la APBA, destaca que con esta torre se ha querido dar respuesta a tres premisas: la singularidad de la edificación, su integración en el entorno privilegiado sobre el que se ha levantado y su funcionalidad.
La revista Con Arquitectura 77 se ha hecho de esta original edificación y dedica un amplio reportaje al nuevo faro de Punta Paloma.
En el mismo se recogen algunos aspectos del interior, como que en la planta baja están las instalaciones técnicas, que hay una zona de trabajo en la primera planta junto con equipos informáticos de control y que en la terraza de la segunda planta se encuentra la linterna.
El nuevo faro, en funcionamiento desde principios de año, recibió a finales de febrero la visita del presidente del Organismo Público Puertos del Estado (OPPE), Francisco Toledo, junto con el presidente de la APBA, Gerardo Landaluce, quienes estuvieron acompañados por directivos y técnicos de ambas instituciones.
Toledo destacó durante la visita que la seguridad de la navegación es una de las prioridades de OPPE, máxime en una zona de tanto tránsito como es el Estrecho de Gibraltar.
El nuevo faro de Punta Paloma vuelve a marcar así en rojo el Bajo de los Cabezos, una zona muy peligrosa para la navegación, desde el privilegiado entorno de la ensenada de Valdevaqueros.
Faro de la Isla de las Palomas
Pero la APBA también trabaja en un ambicioso proyecto de rehabilitación del faro de la Isla de las Palomas, la edificación más meridional del continente europeo y el primero que se levantó en el Estrecho de Gibraltar, encendiéndose por primera vez en el año 1813. Lleva más de dos siglos iluminando la navegación marítima del Estrecho de manera ininterrumpida.
El objetivo de los trabajos es adaptarlo a las nuevas necesidades de la navegación marítima, cada vez más digitalizadas, así como compatibilizar su uso con la futura implantación de un punto de atención a visitantes y un centro de interpretación de la Isla de las Palomas y del propio faro.
Las obras, cuyo importe asciende a 750.000 euros, concluirán a finales de año y se prevé que las instalaciones abran al público en 2022.