La empresa que rehabilita el coso taurino, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), tiene ya ejecutado el 90 por ciento de los trabajos, por lo que la reforma estará culminada el próximo mes de junio.

Las Línea tiene una plaza de toros poligonal de 49 lados única en el mundo. Declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 2005, este coso taurino presentaba sin embargos severos desperfectos y numerosos problemas de humedades que requerían una actuación integral respetando su esencia.

Y así se ha hecho gracias a la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (Edusi). Con una inversión de 2.189.490 euros, las obras convertirán este recinto en un espacio multicultural recuperando los elementos originales del inmueble y adaptándolo a las exigencias normativas actuales.
En septiembre de 2019, el Ayuntamiento de La Línea dio a conocer la firma del contrato de obras de consolidación, rehabilitación y adaptación de la plaza de toros con la empresa Contratas y Obras San Gregorio S.A., que resultó adjudicataria del proyecto.
El importe del mismo, 2,1 millones de euros (IVA incluido) aportados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Ayuntamiento.
Las obras comenzaron, pero tuvieron que quedar paralizadas sin embargo en marzo del año pasado cuando el Gobierno decretó el estado de alarma por el Covid-19. Se retomaron meses más tarde.
Según han confirmado a ReachExtra desde el Ayuntamiento, los trabajos están ya al 90% de ejecución, por lo que su finalización está prevista para el próximo mes de junio.
Con esta intervención, la plaza de toros de La Línea pasará a ser el centro multiusos El Arenal (nombre que tuvo originariamente).

El objetivo es que se convierta en un referente cultural, artístico y deportivo para acoger también todo tipo de espectáculos. Además, se persigue revitalizar el entorno donde está ubicada.
El proyecto contempla la consolidación estructural y reconstrucción de la primera planta, incluida la grada superior y la cubierta demolida en los años 70, lo que le hizo perder una de sus características como plaza tardo-barroca que ahora recuperará y que le hará además ganar en altura.
También consiste en la apertura de huecos en su parte baja para usos culturales, con el objetivo de ampliar las posibilidades de utilización del inmueble durante todo el año.

La parte constructiva consiste en la consolidación de un cuarto de plaza con un anillo metálico perimetral. Junto a ello, se ha acometido la reposición a su estado original del graderío, la reconstrucción de la segunda andanada de gradas y la colocación de una cubierta a dos aguas terminada en tejas.
La primera fase, que ha tenido como objetivo la consolidación del inmueble se ha llevado a cabo en los muros, principales y elementos de interés, como las caballerizas y chiqueros, para dejar el edificio en un estado que permita su funcionamiento
La segunda fase, de rehabilitación y ampliación, es la decisiva para convertir el coso taurino en un centro multicultural. Los trabajos consisten en la reconstrucción del graderío, la ejecución de la andanada superior y la reorganización de los accesos.
También se actúa sobre la cubierta, revestimientos exteriores (tanto de fachadas como de graderíos) y en el interior de los núcleos de escaleras y aseos, además de instalaciones eléctricas, saneamiento y fontanería.
Dos ascensores

Como elementos destacables de la plaza, la puesta en valor del palco presidencial con los paños tallados perdidos hace años o la incorporando el inmueble dos ascensores para acceder a las plantas superiores.
Una vez finalice el proyecto y siempre que la pandemia y el avance de la vacunación lo permitan, el edificio tendrá un aforo para 5.206 personas, cifra que se incrementaría en el caso de ocupar la arena hasta las 6.761 personas.
Un coso histórico

La plaza de toros de La Línea de la Concepción fue construida en 1883, pocos años después de la fundación de la ciudad (1870), y se encuadra en la tipología de plazas de toros consolidada durante dicho siglo, constituyendo un especial testimonio de la relevante serie de cosos erigidos en el Campo de Gibraltar en estrecha relación con el respectivo auge social y urbanístico de cada localidad hasta formar un relevante conjunto dentro de Andalucía.
Según se destaca en el estudio de los trabajos de rehabilitación, su importancia viene dada tanto por la longitud del diámetro de su coso, con 59 metros, como por la singularidad geométrica del mismo, un polígono regular de 49 lados, cuestión que comporta, además de posibles simbolismos, un replanteo y ejecución de obra que son “particularmente inusuales y complejos.
Este insólito hecho se agrega al aún más notable de ser la única plaza poligonal regular de toros del mundo con número impar de lado, lo que define que no sólo su particular trazado geométrico, que es perfectamente regular, sino también su composición axial, son base de una estructura funcional y representativa con notorias diferencias respecto del resto de plazas”, se añade.
En “Ulisses”, de James Joyce
La celebridad que adquirió desde su festejo inaugural llenó muchas páginas de la crónica del mundo taurino, pero no sólo eso. Incluso aparece en una obra universal de la literatura, como es la novela “Ulises”, del escritor irlandés James Joyce.
Con un aforo inicial de 7.000 personas, constaba de 3.500 en los tendidos y 2.000 en la andanada, más ocho palcos para dieciséis personas y el palco presidencial. Se accedía por las 11 puertas que tuvo originalmente destinadas al público.
Entre las actividades que acogió destacan el ascenso de un globo, espectáculos de circo, acrobacias, festivales cómicos, partidos de fútbol, boxeo, mítines políticos, eventos artísticos y sociales e incluso conciertos de bandas de música.