Dicen que lo peor ya ha pasado, pero el coronavirus no se ha ido: continúa aquí, entre nosotros, y no sólo sigue condicionando nuestra vida, sino también nuestra forma de sentir, de expresarnos y de mirar el mundo…
También la de los artistas que han sentido la necesidad de dejar constancia de lo vivido, y que, como en tantas otras épocas históricas, han sido capaces de transformar en arte la fealdad de una tragedia colectiva.
La exposición CONFInARTE, en Algeciras, es una prueba de ello: una muestra colectiva que abrió sus puertas en el Centro Documental José Luis Cano a finales de abril, y que puede ser visitada hasta el 28 de mayo, de 8:30 a 14:00 y de 15:00 a las 18:00.
Fruto de una colaboración cultural entre el Ayuntamiento algecireño y el de Málaga, acoge obras de pintura, escultura y fotografía de hasta 19 creadores, unidos en un proyecto artístico en torno al impacto de la Covid-19.
Y es que ése es, precisamente, el denominador común entre los artistas que componen CONFInARTE: que todos los trabajos están realizados durante la crisis sanitaria y social derivada de la pandemia del coronavirus, entre marzo de 2020 y 2021.
Tal y como explicaba la concejal delegada de Cultura de Algeciras, Pilar Pintor, tras la inauguración de la muestra, “pintores, fotógrafos y escultores han querido expresar sus inquietudes en este periodo de confinamiento con los materiales con los que trabajan habitualmente, dando como resultados obras muy diferentes a las que normalmente hemos podido ver de cada uno”.
Ösca, Carmen Fernández Toré, Alberto Urbano, Juani Lobato, Damian Doratelo, Equipo Lalufa₃, Jose Manuel Gallego, Ludmina Serra, Alba Dalmau, José Manuel López Toirán, Silvana Rrcese, Mariusz Pakiela, Kopa Eguezdi, Rafael Heredia, Yojan Juarez, Elena Schcherbakova, Didac Vilanova, Begoña Salamanca y José María López Báez son los artistas que han participado en esta exposición coral, que tiene también mucho de catarsis, y que, como todo buen proyecto artístico, invita a la reflexión pausada y a la toma de conciencia sobre el alcance de lo vivido.
Rostros con mascarillas, pero también casas, representaciones más o menos simbólicas de una vida vivida, durante un tiempo que se hizo eterno, de puertas para adentro, ventanas abiertas que dibujan ansias de libertad, alas de mariposa, representaciones, más o menos realistas de un virus que vino para poner nuestra vida patas arriba, y que aún no se ha marchado…
En la pintura, óleos, acrílicos, técnica mixta, acuarelas… y abundancia de color, tal vez como respuesta emocional al gris de los peores días, aunque también pueden encontrarse esos grises en los óleos sobre tabla de José María López Báez, con piezas como “Walk on the wild side” o “La noche en blanco & negro”.
E incluso en los diferentes tonos de marrón y negro de la pieza “Sin besos”, un óleo sobre lienzo de José Manuel Gallego que enseña, incluso bajo la mascarilla apenas sugerida, un rostro de mirada penetrante que parece preguntarnos, y preguntarse, el porqué de toda esta pesadilla.
Muchos cuadros, sobre todo, pero también composicones escultóricas tan originales como el “Rincón de Pensar 1, 2, 3”, de Equipo Lalufa₃, en hormigón armado, metal y texto transfer, y otras en madera e incluso gres esmaltado. Y en fotografía, composiciones tan impactantes como las de la “Serie Lucian”, de Mariusz Pakiela, en impresión digital.
Todo eso puede encontrarse durante estos días en una de las salad del Centro Documental José Luis Cano, en pleno centro de Algeciras.
Unas instalaciones, que acogen también la biblioteca pública, que se han consolidado como lugar de encuentro de la cultura y que, poco a poco, va recuperando su pulso normal… el que latía aquí, como en tantos otros lugares, antes de que la pandemia de la Covid-19 nos obligara a recurrir a la cultura on-line. Siguen vigentes, todavía, las limitaciones de aforo y otras medidas higiénico-sanitarias, eso sí, pero ya con las puertas abiertas al arte y a la difusión de la cultura y el conocimiento.
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