Gibraltar no tiene rival cuando se trata de lugares con importancia científica e histórica. En 1848 se descubrió el cráneo de un Neandertal adulto en la cantera de Forbes, ocho años antes de que se hallara el holotipo de la especie en Alemania. Otro cráneo Neandertal, el de un niño, se encontró en 1926 en Devil’s Tower.
Cuando ambos lugares se volvieron demasiado peligrosos para seguir explorando, la investigación prosiguió en la Cueva de Gorham, al sureste del Peñón, a cargo del arqueólogo John D’Arcy Waechter (1947 a 1954).
Las cuevas de Gorham se han explorado en repetidas ocasiones desde la década de los 90 como parte del Gibraltar Caves Project (Proyecto de las Cuevas de Gibraltar). Si bien los arqueólogos aún no han encontrado restos de neandertales en la cueva de Gorham, en 2017 se descubrió un diente de neandertal justo al lado, en la cueva Vanguard.
A pesar de ello, existen otras pruebas de la ocupación neandertal en la cueva de Gorham como las herramientas musterienses, huesos de animales quemados y marcados y, por supuesto, el ‘hashtag’ neandertal. En ambas cuevas se han encontrado muchos restos de mamíferos grandes y pequeños.
Varios estudios se han centrado específicamente en las aves, reptiles, pequeños mamíferos y animales marinos, pero faltan estudios en mayor profundidad sobre los antiguos mamíferos de gran tamaño.
Sin embargo, se han encontrado durante las excavaciones de las cuevas de Gibraltar numerosos restos de esqueletos pertenecientes a grandes mamíferos que datan de la época de los neandertales.
Entre estos restos se incluyen los de animales como el rinoceronte de nariz estrecha (ahora extinto), el oso pardo, la hiena manchada, el leopardo, el lince ibérico, el gato montés, el jabalí, el ciervo, la cabra montés, el uro, el caballo, la foca monje del Mediterráneo e incluso dos especies de delfines. Muchos de los huesos de herbívoros de gran tamaño hallados en la cueva de Gorham muestran signos de digestión, o marcas de corte que indican haber sido troceados por humanos.
Las pruebas arqueológicas han demostrado que los humanos y los animales han usado las cuevas de Gibraltar de manera continua, desde la prehistoria hasta el presente, incluso como lugares para el culto. Sin embargo, los animales del Gibraltar fenicio no han sido estudiados hasta ahora. Esto evidentemente conlleva cierta desinformación al respecto.
A los fenicios se les atribuye el haber introducido varias razas de perros en Europa, incluidos los perros ovejeros y los perros de caza, pero hoy por hoy no sabemos a ciencia cierta cómo esto afectó a Gibraltar.
Del mismo modo, aunque se sabe que la domesticación de los cerdos comenzó en Oriente Próximo, se desconoce la propagación de dichos animales en el sur de Europa.
Sin lugar a duda, hay mucho que añadir a la historia de la interacción humana y animal a lo largo del tiempo, y Gibraltar puede tener las respuestas.