En 1939, tras la declaración de guerra, la Real Fuerza Aérea (RAF) envió a Gibraltar los primeros escuadrones de aviones anfibios para proteger a los barcos británicos de los U-Boots alemanes bajo el mando del famoso Almirante Dönitz. En octubre de ese mismo año, los U-Boots ya habían hundido tres barcos mercantes en la zona de Gibraltar.
El 27 de octubre de 1939 se ordenó la construcción de un aeródromo en el lugar que ahora ocupa el Aeropuerto Internacional de Gibraltar. Este aeródromo resultó indispensable en la invasión aliada del norte de África, que eventualmente contribuyó a la conquista de Italia y, en última instancia, al colapso del Eje liderado por los alemanes.
Cada año desde 1949, la Real Fuerza Aérea en Gibraltar ha conmemorado su victoria más significativa, la de la Batalla de Gran Bretaña en el verano de 1940, con una jornada de puertas abiertas. La Batalla de Gran Bretaña vio a una RAF superada en número resistir y finalmente defenderse de un ataque masivo de la Luftwaffe, en lo que iba a ser el preludio de la invasión de Hitler de la Gran Bretaña (Operación León de Mar).
Los escasos recursos aéreos, que en ese momento protegían a la Fuerza Expedicionaria Británica, en retirada de Dunkerque, tuvieron que ser reasignados para proteger las Islas Británicas de la amenaza de una conquista nazi que parecía casi segura en ese momento. Esto se logró gracias al enorme sacrificio de los jóvenes pilotos británicos. Es justo, por tanto, que se conmemore dicha ocasión aún hoy día.
Entre los eventos de este año se incluyó un ‘Fin de Semana de la Batalla de Gran Bretaña’ celebrado en la estación RAF de Gibraltar, que incluyó cenas oficiales, una exhibición de la Banda y el Cuerpo de Tambores del Real Regimiento de Gibraltar y una ceremonia a la puesta del sol dirigida por miembros del Cuerpo de Entrenamiento Aéreo de Gibraltar. También hubo un servicio religioso en la King’s Chapel.
Gibraltareños en los cielos
La contribución de los gibraltareños a la Real Fuerza Aérea es significativa. El primer oficial gibraltareño de la RAF fue el enigmático Salvador Gómez-Beare, que estaba estudiando medicina en la Universidad de Filadelfia, en los Estados Unidos, cuando se declaró la Primera Guerra Mundial.
Viajó de vuelta a Inglaterra para unirse al Regimiento de Devonshire, cuya insignia era el escudo de armas de Gibraltar. Gómez fue gaseado en las trincheras y, al regresar al frente, se unió al Real Cuerpo Aéreo, que más tarde se convertiría en la RAF. En la Segunda Guerra Mundial fue comisionado a la Marina Real (Royal Navy) en Madrid como agregado naval, siendo la única persona que hasta ahora ha sido oficial de las tres Fuerzas Armadas Británicas.
Otros gibraltareños que sirvieron en la RAF durante la Segunda Guerra Mundial fueron el ex líder del colegio de abogados de Gibraltar, Sam Benady – que voló misiones en la ‘Batalla del Atlántico’ y misiones de reconocimiento sobre territorio enemigo. Joseph Calamaro-Finlayson, de 21 años, del Escuadrón 59, murió en combate.
Otro abogado, Alfred Coll, fue Jefe de Escuadrón. El sargento Peter Buttigieg fue capturado e internado en un campo de prisioneros de guerra alemán; escribió un libro titulado ‘We Weep No More’ (‘Ya no lloramos más’, 1997). Otros gibraltareños que entraron en acción con la RAF fueron Humbert Astengo, Frederick Bado, Richard Perera, Isobel Hall y Violet Peak de la Fuerza Aérea Auxiliar de Mujeres, el Jefe de Escuadrón Gerald Rooney, Julio Andrew, Edward Ballester, Earnest Barea, Vincent Borge, Charles Danino, Pepe Rugeroni-Hope y John Zammit.