Varios municipios de la comarca han optado este año por los cines gratuitos al aire libre, con distancias de seguridad, desinfectante y mascarillas.
El Campo de Gibraltar, como tantos otros rincones de nuestra geografía, está viviendo este año un verano atípico, en el que algunas actividades culturales, lúdicas y de ocio han podido mantenerse, aún reduciendo los aforos, mientras que otras se han visto abocadas a aplazamientos, cierres y cancelaciones.
El coronavirus sigue aquí, entre nosotros, y sus consecuencias se han dejado notar también en la economía doméstica y en un cambio en los planes que muchas familias tenían para el verano. En este escenario insólito, en el que muchos han optado por pasar las vacaciones en casa, o a dos pasos de casa, algunos municipios han apostado por la organización de eventos culturales y lúdicos al aire libre, más o menos originales, algunos de ellos gratuitos y otros a precios simbólicos, y todos con el objetivo de hacer más llevadero y divertido el verano, especialmente para los más pequeños.
En este empeño, la alternativa más “socorrida” parece haber sido la de recuperar los cines de verano; una actividad de antaño que se había ido perdiendo (a excepción de algún caso aislado, como el de la asociación AlCultura, en Algeciras), y que varios ayuntamientos de la zona se han animado a recuperar en estos meses de julio y agosto marcados por la pandemia de la Covid-19.
Municipios como Algeciras, San Roque, Los Barrios, Jimena y Tarifa han organizado ciclos gratuitos de cine al aire libre en los que han predominado las películas infantiles o de animación y el llamado “cine familiar”.
En Algeciras, con las sillas en la arena de la playa
En Algeciras, las proyecciones se han llevado a cabo, en miércoles alternos, en las playas de El Rinconcillo y Getares, con las sillas colocadas en la arena, mientras que en San Roque, por ejemplo, el cine ha ido “rotando” por las distintas barriadas y núcleos de población, en lugares como plazoletas, paseos marítimos, recintos feriales e incluso pistas polideportivas, especialmente habilitados para la ocasión.
Tal y como destacaba a los medios la concejal de Cultura de San Roque, Ana Ruiz, en todas las proyecciones se han respetado “escrupulosamente” las obligadas medidas de precaución para evitar el riesgo de contagio de coronavirus. “Antes de comenzar se desinfectaban las sillas, que se situaban a un metro y medio de distancia unas de otras; se ofrecía gel hidroalcohólico al entrar en el recinto para lavarse las manos; y todos los asistentes debían usar mascarilla, que se ofrecía de manera gratuita a las personas que las hubieran olvidado”.
En este extenso municipio, que ha sido el que ha ofrecido una “cartelera” más completa (10 películas entre mediados de junio y julio, y 14 más en agosto), la propuesta llegaba a su fin el viernes 28 de agosto, con la película “Aquaman” en la Alameda Alfonso XI, ubicada en pleno casco histórico (aunque finalmente hubo que aplazarla por un fuerte temporal de viento), y después de haber pasado por todos los núcleos sanroqueños: Guadiaro, Pueblo Nuevo, Torreguadiaro, Sotogrande, Campamento, Puente Mayorga, Guadarranque, Miraflores, Taraguilla y La Estación.
Autocines en Los Barrios y Castellar al más puro estilo “Grease”
En Los Barrios, el cine de verano también ha sido itinerante, y, además de en el propio casco urbano, las proyecciones han recorrido barriadas y núcleos de población, como Los Cortijillos, Guadacorte y Palmones. Además, este municipio campogibraltareño ha combinado estas sesiones de “Cine bajo las Estrellas” con otra original iniciativa: un autocine que abrió sus “puertas” a mediados de julio, en la explanada del recinto ferial, con la mítica “Grease” (una de cuyas escenas más recordadas transcurría, por cierto, en un autocine).
Tanto esta película como las que le siguieron en viernes posteriores fueron elegidas por votación popular, a través de una encuesta en las redes sociales de la delegación de Festejos del Ayuntamiento, y en esta selección hubo títulos para todos los públicos, tanto cine “familiar” como de terror, con cintas tan dispares como “Padre no hay más que uno” o “La Monja”.
Tal y como informó el concejal de Cultura barreño, Daniel Pérez Cumbre, “el aforo máximo permitido del autocine ha sido de 80 coches”, y el sonido de la película se emitía mediante un transmisor de Frecuencia Modulada con el que los espectadores podían conectarse a través de las radios de los vehículos o sus teléfonos móviles.
No ha sido el único municipio con autocine, ya que la localidad de Castellar de la Frontera también habilitó uno más pequeño, con capacidad para 45 vehículos, en el recinto ferial, cuya última sesión se llevó a cabo el domingo 23 de agosto (y también con la película “Grease”).
En Jimena de la Frontera, las proyecciones del cine de verano, con clásicos infantiles como “Brave” o “Vaiana”, comenzaron el 17 de julio, en el núcleo de San Pablo de Buceite, y a partir de ahí se fueron llevando a cabo semanalmente y de forma rotatoria, en esta barriada, en La Estación de Jimena, y en el propio casco urbano, en las instalaciones de la piscina municipal.
En Tarifa, la primera cita de su cine al aire libre fue el 16 de julio, en la barriada Virgen del Carmen, con la proyección de la película de animación ‘Hotel Transylvania’, y a partir de ahí recorrió también las distintas zonas del extenso término municipal tarifeño, incluida la alejada zona rural de La Zarzuela.