El Parque Natural Los Alcornocales y el Pinar del Rey se convierten cada año por estas fechas en un “paraíso” para los amantes de la micología
Los aficionados a las setas están viviendo un buen mes de diciembre en el Campo de Gibraltar, después de un otoño bastante seco que provocó que la temporada micológica se hiciera un poco de esperar. Municipios de interior como Los Barrios, Castellar y Jimena de la Frontera tienen fuertemente enraizada desde hace algún tiempo la “cultura de las setas”, y en todos ellos suelen organizarse por estas fechas diferentes actividades (jornadas, talleres, rutas por el Parque Natural, encuentros gastronómicos…).
Este año, las restricciones derivadas de la pandemia han desaconsejado o limitado algunos de estos eventos, pero con lo que no ha podido ha sido con las ganas de salir al campo y disfrutar de actividades desarrolladas al aire libre, adaptadas ahora a las normas anti-Covid.
En San Roque, por ejemplo, la delegación municipal de Medio Ambiente ha organizado rutas micológicas guiadas que se han celebrado en el área recreativa del Pinar del Rey durante los días 12, 13, 19 y 20 del último mes del año, y en las que se han enseñado las pautas que se deben seguir durante la recolección de ejemplares, así como a aprender a identificar las especies de hongos más comunes en este paraje natural.
Estas salidas al campo para recolectar setas se han llevado a cabo en grupos reducidos, supervisados por expertos de la empresa especializada MicoTime, y cumpliendo en todo momento con la normativa anti-Covid vigente. Según explicaba el concejal sanroqueño de Medio Ambiente, Juan Serván, las caminatas por los senderos del Pinar iban seguidas de un taller en el que los participantes podían aprender también a “labrar” setas saprófitas y a clasificar, junto a los técnicos de MicoTime, las variedades que se hubieran encontrado durante la mañana, aprendiendo a distinguir entre las comestibles y las tóxicas.
En MicoTime, una consultoría técnica y de gestión medioambiental especializada en turismo micológico, recuerdan que las setas son “un alimento nutritivo y saludable, ideal para nuestra dieta”.
Con actividades como las que en estos días se llevan a cabo en la comarca se anima a descubrir el mundo de las setas de una manera atractiva, creando nuestra propia “micoexperiencia”, y encontrando respuestas a las siguientes preguntas: “¿Cómo es su reproducción? ¿Cuáles podemos comer? ¿Cómo podemos diferenciar y clasificar? ¿Cómo debemos recolectarlas?”
En el Campo de Gibraltar, colectivos como la Asociación Micológica del Estrecho Mairei y la Asociación Micológica y Botánica Los Alcornocales han contribuido al auge que la afición a la micología ha experimentado en los últimos años. Estas asociaciones pretenden, precisamente, tal y como indican desde Mairei, “canalizar y fomentar el interés que existe por los hongos en sus aspectos científicos, gastronómicos, médicos, toxicológicos o de cualquier otro tipo”.
Tal y como explican los expertos, el Parque Natural Los Alcornocales, con la masa forestal de alcornoques más extensa de Europa, y un extenso sotobosque en el que abundan también árboles como los quejigos, es “un escenario único y con un riqueza micológica al alcance de muy pocos territorios del país”, lo que, unido a las peculiaridades climáticas del Estrecho, con una alta humedad ambiental en las zonas de montaña, lo convierte en un “paraíso” para los amantes de las setas.
Tal y como recordaba para Reach uno de los integrantes más destacados de la asociación Mairei, Juan Antonio Valle Viana, “el desarrollo del reino Fungi requiere de materia orgánica y humedad para todo su ciclo vital”, por lo que, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en el norte de España, “en nuestra comarca, en pleno clima mediterráneo, sólo dispone de abundante alimento y humedad suficiente en la época lluviosa”.
Según explicaban desde Mairei, “en zonas llanas con abundantes calcarenitas como El Pinar del Rey, se desarrollan los kastanozems, que son ricos en Lactarius, Xerocomus, Amanita, Macrolepiota” y otros muchos hongos, mientras que en las laderas medias de todo el Parque Natural Los Alcornocales, con “suelos ácidos en los que reinan los alcornoques, los madroños y los brezales”, se producen “buenas cosechas” de Boletus, Yemas, Crespas, Rúsulas, Trompetas y otras muchas variantes fúngicas.
El experto continuaba explicando que “en los terrenos con aportes de sedimentos recientes y agua abuntante, como barrancos y canutos”, podemos encontrar setas tan variopintas como “el clatro rojo, la Calocera córnea o la Dichomitus campestris”, mientras que en los “quejigales superhúmedos” abundan especies tan emblemáticas como la Chantarela, la Amanita phalloides o el Boletus aereus, entre otras.