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Miguel Alberto Díaz: “Si queremos salvar a muchos jóvenes de las drogas y el dinero fácil, hay que ofrecer alternativas”

Rosario Pérez | Fotos: Fran Montes, ReachExtra

Miguel Alberto Díaz, que ha sido elegido en estos días presidente de la coordinadora Barrio Vivo de Algeciras, tiene muy claro que la lucha contra la droga es una tarea “titánica”, y que no queda otra que plantar cara a algunas de sus más devastadoras consecuencias educando en valores y ofreciendo alternativas a los jóvenes para tratar de evitar que caigan en sus redes, ya sea como “mano de obra” o como consumidores.

Barrio Vivo de Algeciras Miguel Alberto Díaz Campo de Gibraltar drug trafficking

Especialmente en una tierra fronteriza como la del Estrecho, donde el narcotráfico se está viendo asediado, en los últimos tiempos, por una importante labor policial y de investigación que está dando sus frutos, aunque, según advierte Díaz, “no es suficiente”.

En Barrio Vivo, una asociación que no solo lucha contra la drogadicción, sino que, además, trabaja por la reinserción social y por ofrecer “alternativas” de ocio y vida sana a los más jóvenes, saben que “el enemigo es fuerte y carece de escrúpulos”, por lo que hay que seguir reivindicando más y mejores medios para quienes le hacen frente cada día, no sólo en las operaciones policiales que se convierten, día sí y día también, en noticias de portada, sino también en los juzgados.

“Se están llevando a cabo tantas detenciones, incluso con macro-operaciones en las que participan 200 o 300 efectivos, que los juzgados están saturados, y los narcos tienen abogados muy poderosos, que saben cómo aprovechar cualquier error o retraso en un proceso para que su cliente acabe en la calle”, advierte Miguel Alberto Díaz, aclarando que una de sus prioridades al frente de esta nueva etapa de Barrio Vivo será, presisamente, la de la reivindicación ante las administraciones.

“Hay que seguir reforzando los Juzgados y la Fiscalía antidroga, y deberíamos tener también dos secciones de la Audiencia, como hay en otras zonas con mucho menos volumen de trabajo que la nuestra”, insiste Díaz, que también reclama públicamente a quienes se dedican a impartir justicia que se revise, “de una vez por todas”, el tema de las fianzas.

“No puede ser que cuando se consigue detener al cabecilla de una red importante, que mueve montañas de dinero costa de la desgracia de muchas familias, se le imponga una fianza que pueda pagar sin problema… Esos delincuentes tienen que ir a la cárcel, y cumplir toda la pena”, lamenta el presidente de Barrio Vivo.

Miguel Alberto, que sucede en el cargo a su hermano, Pepe Díaz (que seguirá vinculado a la directiva de la asociación en temas económicos y administrativos, después de un etapa “muy dura, marcada por la crisis económica y la pandemia”), insiste en que “con el tema del narcotráfico, la Justicia no puede ser tan blanda, porque entonces se manda un mensaje muy peligroso: que delinquir con esto, y que te pillen, te sale barato”.

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Y añade el también histórico dirigente comarcal del sindicato CCOO que “eso desanima a cualquiera, pero, sobre todo, a los policías y guardias civiles que cada día se juegan la vida contra el narco, metiéndose en una casa a hacer un registro, muchas veces en plena noche, sin saber lo que se van a encontrar”.

En este sentido, insiste en que el Campo de Gibraltar afronta de un tiempo a esta parte “momentos difíciles”, en los que no sólo se ha incrementado la actividad de las redes del tráfico de drogas, sino también su agresividad. Por eso, recuerda, se creó la plataforma ciudadana “Por tu seguridad, por la de todos”, y por eso se puso en marcha en la comarca, hace ya un par de años, el Plan Especial de Seguridad (el conocido como “plan Marlaska”), que está consiguiendo desarticular a organizaciones más fuertes, y con un entramado mucho más complejo (con ramificaciones en la cercana Costa del Sol e incluso en otras provincias) que el que tenían en esta zona en los años 90, cuando se crearon la mayor parte de las coordinadoras antidroga, como Despierta, Alternativas y Barrio Vivo.

Más inversiones y oportunidades de empleo frente a la “narcoeconomía”

“Las coordinadoras surgieron hace treinta años porque vimos que se nos moría la gente por culpa de la droga, que se nos echaban a perder nuestros jóvenes en barrios y ciudades, y que teníamos que hacer algo”, recuerda Miguel Alberto, que reclama también a las administraciones “más inversiones”, que permitan avanzar en el desarrollo socioeconómico de la comarca y ofrecer a las nuevas generaciones más oportunidades de formación y de empleo estable y de calidad.

“Si esta comarca no quiere que una parte importante de su población viva de la narcoeconomía, necesita más políticas económicas y sociales, y también barrios más habitables, con acciones que permitan evitar que haya zonas que se conviertan en guettos”, añade.

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Barrio Vivo, por su parte, va a seguir reclamando que se declare la “singularidad” del Campo de Gibraltar, para “que los funcionarios policiales y judiciales que vienen a la zona tengan incentivos para quedarse, como los tenían los que destinaban al norte de España en los peores años del terrorismo”, y va a seguir apostando también por desarrollar talleres y actividades culturales, deportivas y de ocio saludable que, como las del proyecto Barrio Joven, “dinamicen los barrios y aparten a los chavales de la trampa de las drogas”.

Unas drogas distintas a las que abundaban cuando surgieron las coordinadoras (ahora sobre todo cocaína, pastillas y otras sustancias ‘sintéticas’), y que están provocando patologías de salud mental que “no sólo destrozan a esos consumidores, sino también a familias enteras”, mientras, según advierte también Miguel Alberto Díaz, hay chicos que ven en el colegio, o el instituto, cómo a sus compañeros les compran móviles carísimos, que sus padres, con trabajos humildes o precarios, a ellos no les pueden comprar.

“Nosotros siempre lo hemos dicho: o combatimos el narco, o el narco lo corrompe todo y se come al Estado de Derecho, como vemos que ocurre en otras partes del mundo… Y en ello estamos, en seguir aportando nuestro granito de arena para que eso no suceda”, concluye.

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