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La Universidad está viviendo, un año más, un curso atípico en el Campo de Gibraltar, al igual que en otras muchas zonas de España con alta incidencia de contagios de Covid-19, cierres perimetrales y otras restricciones de aforos y movilidad.
Esta circunstancia está afectando no sólo a la metodología de la enseñanza, sino también a la realización de los exámenes, y está añadiendo un plus de incertidumbre y estrés que, según denuncian los sindicatos y asociaciones de estudiantes, comienza a hacer mella en alumnos y profesores.
Después de un primer cuatrimestre “complicado”, y en el que ha predominado la enseñanza telemática, la Universidad de Cádiz (UCA), que ofrece varias titulaciones en el Campus de Algeciras, anuncabiaba a finales de enero que mantendrá la docencia online, al menos hasta Semana Santa, así como las restricciones en las pruebas de evaluación.
Así queda recogido en la resolución del rector, Francisco Piniella, publicada el viernes 29, y por la que se establece que “la docencia será no presencial, con las excepciones señaladas en la Orden de 8 de noviembre (prácticas experimentales, rotatorias, Practicum, o actividades similares), hasta las vacaciones de Semana Santa, con la finalidad de dar mayor certidumbre y de poder organizar la docencia”.
Asimismo, y según indicaba la propia UCA en un comunicado, dicha orden establece que “se cancelará la presencialidad de las prácticas experimentales que se realicen en las facultades y escuelas de nuestra Universidad, situadas en aquellos campus universitarios cuyo distrito sanitario supere la tasa de incidencia de 1.000 casos de Covid-19 por cada 100.000 habitantes”.
A este respecto, cabe tener en cuenta que, durante la mayor parte del tiempo transcurrido en esta llamada “tercera ola” de coronavirus, tanto el área sanitaria Campo de Gibraltar Este como el área Campo de Gibraltar Oeste han venido superando dicha tasa de incidencia
La resolución añadía, en todo caso, que “estas medidas serán revisadas durante la semana del 22 de marzo”, y que será en ese momento cuando “se decidirá sobre las mismas hasta el fin del cuatrimestre”, puntualizando el rector que “todas estas medidas podrán ser más restrictivas acorde a nuevas directrices que, tanto el Gobierno de la Nación como el autonómico y las autoridades sanitarias, establezcan”.
El segundo semestre, pendiente de la evolución de la pandemia
Ya a principios de enero, nada más terminar las vacaciones de Navidad, la UCA anunciaba que los exámenes en el Campo de Gibraltar se realizarían de forma online (a diferencia de lo que ha ocurrido en otras universidades y en otros campus de Andalucía), por la alta tasa de contagios en esta comarca y las restricciones de movilidad existentes entre los distintos municipios.
En cuanto a las previsiones para lo que queda de curso, Francisco Piniella advirtió de que “habrá que esperar a la evolución de la pandemia y lo que establezca en su caso la normativa sanitaria”, aunque puntualizó también que “el paso a la docencia online no fue debido a que las aulas presentaran riesgos, como quedó demostrado por la ausencia de contagios en ellas, sino en respuesta a una disminución de la movilidad”.
Estudiantes desmotivados, brecha digital y miedo al fracaso
Mientras tanto, las asociaciones de estudiantes advierten de que los condicionantes de este curso “atípico” está suponiendo “desmotivación” y “miedo al fracaso” en muchos estudiantes, que se enfrentan a muchas horas de estudio en soledad y, en no pocos casos, a la temida “brecha digital”, al no contar todas las familias con los mismos recursos tecnológicos.
Según denunciaron ya a principios de curso organizaciones como el Frente de Estudiantes, no todos los alumnos de titulaciones y másters universitarios se encuentran en las mismas condiciones para seguir todas las clases online, lo que se traduce en una “merma de la calidad de la enseñanza recibida” y en el lógico “temor” a ver perjudicados sus resultados académicos.
En cuanto a los profesores, para ellos tampoco ha sido fácil la adaptación (salvando excepciones como la de la UNED, la Universidad Nacional de Educación a Distancia, que cuenta con un centro asociado en la comarca y en la que docentes y alumnado ya están “adaptados” a esta modalidad de enseñanza).
En el resto del país, las imágenes y vídeos de aglomeraciones de estudiantes en aulas y pasillos de muchas facultades, durante los exámenes de enero, se han convertido en virales y han reabierto el debate de la presencialidad en tiempos de Covid.
«Siempre hemos defendido la máxima presencialidad posible, pero no a cualquier precio», insistían desde la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) y el Consejo de Estudiantes Universitarios del Estado (CEUNE), en un comunicado conjunto.
