Entrevista con Álvaro López, Revista ‘Descubrir la Historia’
“Conocer las consecuencias de las decisiones del pasado nos debe ayudar a no repetir lo que no funciona”
Acaba de ver la luz la edición número 20 de ‘Descubrir la Historia’, una valiente propuesta editorial de carácter nacional que en este número dedica una especial atención a los 50 años del cierre de la Verja fronteriza con Gibraltar.
¿Cuándo se creó la revista?

La revista nació, inicialmente, como una página web, sin un rumbo muy claro, el 28 de diciembre de 2013. Muy pronto, nos dimos cuenta de que había muchas personas interesadas en lo que publicábamos y pensamos en lanzar una publicación en papel. Inicialmente, esta revista se financió gracias a una campaña de micromecenazgo.
El primer número salió en abril de 2015 y tenía periodicidad trimestral, sólo la enviábamos a suscriptores y era en blanco y negro, con un diseño mucho más pobre que el actual.
¿Por qué razón surgió la idea de hacerla?
Yo vengo del mundo del periodismo, y la revista la ideamos Miguel Vega Carrasco (historiador) y yo. Muy pronto se unió Gala Yagüe Narváez (historiadora del arte). Aunque hoy el equipo es diferente, y han entrado y salido personas en él, siempre compartimos una misma motivación: hacer divulgación de alta calidad orientada al gran público.
Otro de los objetivos era combatir la pseudodivulgación, es decir, los textos que se fundamentan en teorías no contrastadas y que suelen tener una intencionalidad muy clara, a veces política y otras más banal (conseguir visualizaciones, por ejemplo).
¿Los planteamientos iniciales se están cumpliendo?
Los planteamientos iniciales están absolutamente desbordados. El proyecto nació sin ninguna pretensión clara, más allá que escribir sobre lo que nos gustaba y hacerlo de manera muy correcta. Conseguir que la revista saliera en papel, y ya no sólo eso, sino poder distribuirla en toda España y, encima, exportarla a varios países, es mucho más de lo que esperábamos
Me gustaría conocer los criterios que empleas para sacar cada número

Normalmente planificamos lo que vamos a editar con bastante antelación.. Siempre damos un equilibrio a los diferentes periodos de la historia para que los lectores que suelen tener predilección por uno de ellos pueda terminar interesándose por otras épocas que quizá le son más desconocidas. Antes solíamos pedir originales, pero ahora solemos recibir muchas propuestas, y tenemos que seleccionar justamente con ese criterio: dar equilibrio a cada número
¿Se puede decir que esta revista es una locura que funciona?
Antes que empresario, soy un apasionado de la edición. Por lo tanto, haber sacado 20 números de la revista, y cada uno mejor que el anterior (hemos hecho rediseños, incorporado secciones, ampliado el número de páginas, mejorado el papel, etc.) me parece todo un éxito. Mantenerla en el tiempo va a depender, sobre todo, de que tengamos suficientes suscriptores y lectores que nos acompañen.
Cuéntame algo de la oferta digital
Durante el verano de 2018 hicimos una nueva campaña de micromecenazgo, similar a la que lanzamos para publicar el primer número. En esta ocasión queríamos financiar una aplicación para iOS y otra para Android, con el fin de que los suscriptores pudieran leer la revista en sus dispositivos móviles.
Esto lo acompañamos de la subida a la web de todos los contenidos de las revistas, aunque no todos son accesibles para cualquier usuario. Muchos de ellos sólo los pueden leer los suscriptores. De este modo, dábamos un servicio adicional a los suscriptores (sin coste adicional), lo que podía favorecer que más personas se sumaran (y así está siendo). Además, creamos una suscripción exclusivamente digital, ya que muchos de nuestros seguidores en redes sociales, especialmente en Facebook, nos siguen desde América latina, donde no ofrecemos la suscripción en papel.
¿Consideras que la revista ha tenido el éxito esperado?

El lanzamiento de la revista en el mercado nacional fue un momento agridulce. Esperábamos que las ventas podían superar el 50% de la distribución, pero muy pronto la distribuidora (SGEL) nos dijo que, para cualquier revista, y más una nueva, ese es un dato casi imposible.
Así que ahora mismo estamos entre el 30 y el 40% de venta de distribución en España (sin contar las suscripciones, que ahora hay unas 400), a lo que hay que sumar lo que luego se exporta a otros países. De modo que, en realidad, sí que ha sido un lanzamiento exitoso.
En el último le das una especial importancia y relevancia al tema de Gibraltar en sus 50 años desde el cierre.
El cierre de la verja fue un evento terrible para el Campo de Gibraltar, especialmente para La Línea y para Gibraltar. Como desarrollamos en el artículo, que es el informe especial del número 20 de la revista (mayo-junio 2019), supuso una importante pérdida de población para La Línea, que muchas personas perdieran su empleo y tuvieran que marchar a otros lugares de España y que la economía de los dos lados de la frontera se viera seriamente perjudicada.
Y todavía no hemos mencionado el aspecto emocional, que nunca hay que dejarlo a un lado. El cierre impuso la separación de amigos y familias, además de esa sensación tan dolorosa y de impotencia que debía generar recorrer muchos kilómetros y cruzar el Estrecho para ir a un lugar que, en realidad, estaba distanciado por sólo unos metros.
Lo único que permitió al Campo de Gibraltar mantenerse a flote fue el desarrollo industrial de toda la bahía, que permitió que el puerto también incrementara su actividad.
Gibraltar y el campo tiene una fuerte ‘impronta’ histórica. ¿Crees que es suficientemente conocida por los vecinos de ambos lados?

Bajo mi punto de vista no es suficientemente conocida a nivel general, por el público no especializado, pero sí que hay una amplísima labor historiográfica y muchas investigaciones de gran nivel sobre la historia del Campo de Gibraltar.
Hay que destacar aquí la labor del Instituto de Estudios Campogibraltareños, que lleva décadas agrupando a los mejores especialistas en Almoraima y en sus jornadas de estudio, lo que hace que la historia de la comarca esté bastante estudiada, aunque todavía queda muchísimo por hacer.
De manera que creo que lo que hace falta es una buena divulgación, que sólo es posible realizar de manera efectiva cuando todos los agentes (instituciones públicas y privadas, medios de comunicación y centros de enseñanza) se den cuenta de lo que tenemos en la comarca Todo esto no puede más que tener un impacto muy positivo.
Y en mis palabras no me refiero únicamente al Campo de Gibraltar, sino a Gibraltar, donde también hay excelentes investigadores y actividades de gran relevancia, como las organizadas en la Garrison Library. Pero siempre se puede mejorar, y es algo que creo que es voluntad de nuestros vecinos.
Entrevista con Álvaro López, Revista ‘Descubrir la Historia’