El abogado linense Aitor Martínez, experto en Derecho Internacional, prevé un Brexit blando, defiende la fórmula del diálogo del Foro Tripartito y sostiene que el futuro de Gibraltar pasa más por el marco de la ONU que por Europa.
Su currículum impresiona. Aitor Martínez, a sus 37 años, es un reconocido abogado especializado en Derecho Internacional con una brillante trayectoria profesional y un futuro que le deparará grandes éxitos y una proyección internacional de envergadura. Y es de La Línea de la Concepción.
Lleva ya casi cinco años como responsable del Área Internacional en el despacho jurídico de Baltasar Garzón “metido en todos los charcos”, como él mismo dice.
Desde hace años lleva la defensa de Julián Assange, con el que ya le une una amistad y que lleva más de seis años confinado en la embajada de Ecuador en Londres tras el caso WikiLeaks. La defensa de Hervé Falciani, un ingeniero italo-francés que desde 2009 colabora con varios países aportando información de supuestas cuentas de más de 130.000 evasores fiscales, que podrían tener dinero en bancos suizos, o casos de la dictadura argentina o policías salpicados por el caso del comisario Villarejo son algunos de los asuntos que trata este despacho. .

Hablar con él resulta apasionante porque pone pasión en todo lo que hace y dice. Así lo pudo comprobar Reach-Alcance durante una entrevista con él aprovechando su reciente estancia en La Línea.
Tocaba por tanto hablar del Brexit y del futuro de dos ciudades hermanas como son La Línea y Gibraltar, un futuro sobre el que se muestra optimista, aunque reconoce que no será fácil.
Define el Brexit como “un disparo en el pie que se ha dado Reino Unido” y atribuye la victoria del sí en el referéndum al voto en negativo. “No tiene sentido pensar que Reino Unido puede, económicamente, vivir mejor fuera del mercado interior que dentro, pero el discurso populista de la derecha británica hizo mella en las clases más populares y al final, sin ninguna explicación coherente, ganó el Brexit”, explica.
El hecho de que el no arrasara entre los gibraltareños lo atribuye a que no quieren perder sus privilegios, “quieren seguir disfrutando de su situación y de su enclave estratégico”.
Aitor Martínez prevé un Brexit blando, de hecho, asegura que un Brexit duro no tendría sentido: “Europa no se caracteriza por ser vengativa y permitirá finalmente que Reino Unido sea un socio preferencial, como lo son Suiza o Noruega, que forman parte del espacio Schengen y el último es parte del espacio económico europeo.
Ambos países, en lo económico, tienen unos acuerdos preferenciales y entiendo que al final, Reino Unido saldrá y se quedará en una situación híbrida como la de estos países. No barajo el escenario de un Brexit duro”.

También tiene una opinión muy clara sobre el futuro de Gibraltar: “El futuro de Gibraltar pasa, más que por Europa por el marco de la ONU. Sigue estando sometido al Comité de Descolonización y sigue siendo una colonia que en algún momento tendrá que regular su estatus. Es un anacronismo que siga ahí. No sé cuál será su estatus, si cosoberanía, soberanía británica, española o un territorio independiente, pero tiene que definirse ya”.
Para ello, asegura que tendrán que ponerse de acuerdo las tres partes, los gibraltareños, Reino Unido y España. Por tanto, apuesta por recuperar el Foro de Diálogo Tripartito que impulsó el exministro español de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos.
Al respecto, reconoce que la propuesta de cosoberanía no encaja con lo que piden los gibraltareños, la autodeterminación. “Hay que tener en cuenta que las aspiraciones españolas son legítimas, territorialmente hablando, pero existe el derecho de autodeterminación de los pueblos. A día de hoy es imposible que un territorio cambie de bandera o de soberanía territorial sin contar con lo que opina su población.
Sería una violación flagrante del derecho de autodeterminación. Una persona no puede cambiar de pasaporte y de bandera sin haber votado qué quiere ser. Es un principio básico. Lo estamos pidiendo en el Sáhara, cómo no van a votar aquí”.

En este sentido, reconoce que los gibraltareños quieren una autodeterminación que no está acordada entre el Reino Unido y España y que incluso vulneraría el Tratado de Utrecht, pero aboga por conseguir una salida “contando con todos, no sólo con los Estados sino con las personas afectadas. El diálogo ahí es fundamental”.
Por eso insiste en el acierto que supuso el Foro Tripartito de Diálogo, “no sólo en los acuerdos puntuales que se alcanzaron sino en acuerdos estructurales de futuro. La situación de Gibraltar, por más que encuentre un mejor o peor acomodo en todo el tema del Brexit, no es definitoria en la UE sino en la ONU y en el Comité de Descolonización”.
Este abogado considera que el Gobierno de Sánchez debería reactivar la fórmula del Triparto, algo que por ahora no ha hecho, “porque es fundamental y creo que será la única solución”.
Mientras se encuentra una solución y el Brexit se hace realidad, Aitor Martínez considera imprescindible que se garantice la libre circulación de personas en la Aduana. “Gibraltar intentará tener alguna preferencia, aunque veo muy complicado que quede institucionalmente dentro de Europa”, indica.
Tras este análisis se muestra optimista sobre el futuro porque insiste en que no ve un Brexit duro: “Habrá acuerdos preferenciales con absoluta seguridad. Los países que se van a incorporar a la UE los tienen, como los tratados de vecindad, ¿por qué no va a tenerlo Gibraltar, que tiene además un hermanamiento con España incuestionable.
Esa sensibilidad se tiene que ver en el Consejo a la hora de negociar la salida de Reino Unido y estoy seguro de que se va a tener”.