Gibraltar garantiza los derechos de los trabajadores transfronterizos pese a un Brexit duro
Aumenta la incertidumbre en un colectivo de 15.000 personas al que Picardo garantiza la continuidad de sus ocupaciones laborales si Reino Unido y el Peñón abandonan la UE sin acuerdo.
El Gobierno de Gibraltar es consciente de la preocupación que está generando la incertidumbre por la posible salida de Reino Unido y Gibraltar de la Unión Europea (UE) y ha querido clarificar las perspectivas para casi la mitad del mercado laboral del Peñón.
Y es que son más de 14.740 las personas que viven en España y trabajan en el Peñón. La mayoría son españoles (9.158) y ciudadanos del resto de países miembros de la UE. También trabajan en Gibraltar y viven en España numerosos ciudadanos no europeos y 2.365 británicos. Todos ellos son los llamados transfronterizos.

En La Línea, el temor al Brexit va en aumento a medida que avanzan los plazos. Al igual que ocurre en Gibraltar, la mayoría de la población no está conforme con este divorcio por las repercusiones económicas y sociales que puede conllevar y se teme una debacle como la que sufrió el municipio hace ahora 50 años con el cierre de la Verja.
Y es que los trabajadores españoles, cuya posición en el mercado laboral gibraltareño ha mejorado en los últimos años al acceder a puestos más cualificados, son un mar de dudas sobre lo que les depara el incierto panorama y sobre si van a perder sus trabajos o los derechos laborales adquiridos en el Peñón. También les preocupa, y mucho, la fluidez en la Verja.
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, no se cansa de insistir en que, ocurra lo que ocurra, se respetarán los derechos de los trabajadores y en que en ningún caso deben ser usados “como moneda de cambio para obtener ventaja en una negociación”.

Además, el Gobierno de Gibraltar no quiere que aumente la ansiedad que esta situación está provocando en los transfronterizos y por ello está dando a conocer sus planes para garantizar las protecciones laborales de este importante colectivo en el caso de que el Reino Unido y Gibraltar abandonen la UE sin haber alcanzado un acuerdo.
Picardo defiende la importancia de mantener una sólida protección laboral y asegura que la legislación comunitaria en este ámbito se mantendría en vigor y se convertiría en legislación retenida de la UE a medida que Gibraltar abandonase la UE.
Así, recuerda que los derechos y protecciones laborales actuales, antes del Brexit, emanan de la normativa comunitaria e incluyen una serie de derechos y obligaciones para los trabajadores.
Pero, ¿qué pasará tras el Brexit? En el caso de una salida de la UE con un acuerdo de retirada, del que forma parte Gibraltar, el mismo incluye un periodo de transición hasta final de 2020 y la situación relativa a los derechos laborales se mantendría sin cambios hasta entonces.

Para el peor escenario, una salida sin acuerdo, el Gobierno de Gibraltar continúa haciendo planes.
En este sentido se explica que La Ley sobre la Retirada de la Unión Europea traslada los poderes de las directivas de la UE, lo que significa que los trabajadores que se encuentran actualmente en Gibraltar continuarían manteniendo los derechos con los que cuentan según la legislación local y se cubrirían los aspectos procedentes de la normativa comunitaria.
Los derechos de estos trabajadores en caso de un Brexit a las bravas incluyen las provisiones de vacaciones anuales, vacaciones pagadas y tiempos de descanso; los permisos familiares (incluidas las bajas de maternidad y permisos parentales); ciertos requisitos destinados a proteger la salud y seguridad de los trabajadores, así como protección ante discriminación y acoso.

También los derechos regulados en las normativas sobre Transferencia de Empresas, que los protegen en situaciones de transferencia de negocio o de contratos, así como en procedimientos de insolvencia, según la Ley del Empleo y la Regulación sobre el Empleo.
Convent Place sostiene que la legislación local ya excede los niveles de protección del empleo requeridos por la UE en varios aspectos.
No obstante, aplicará enmiendas para asegurar que las regulaciones existentes reflejen el hecho de que Gibraltar dejará de formar parte de la UE. Eso sí, se aclara que dichas enmiendas no cambiarán las políticas existentes, lo que se destaca proporcionará “certidumbre legal y permitirá una transición suave a partir de la fecha de la salida de la UE”.
“Estamos perdiendo una gran ocasión”

Lorenzo Pérez-Periáñez, miembro del Grupo Transfronterizo, integrado por sindicatos, asociaciones de empresarios y organizaciones de ambos lados de la frontera, lamenta las repercusiones que ya está teniendo el Brexit: “Por ahora sólo ha provocado tener frenadas las inversiones en la zona y una devaluación de la libra”.
Como buen conocedor del tejido socioeconómico de la zona, afirma que en el Campo de Gibraltar, especialmente en La Línea, “tenemos la sensación de que hemos perdido el tiempo y una gran ocasión para dotar a la zona de inversiones en infraestructuras que tanta falta nos hacen y a La Línea de un régimen fiscal especial equivalente al de Gibraltar.
De haber sido así podríamos haber cambiado la palabra incertidumbre por la de oportunidad y la de dependencia por complemento a la economía gibraltareña”, sentencia.