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Mar de Alas: El día en que un Harrier de la Armada española aterrizó en Gibraltar

Soraya Fernández

Antonio Ruibérriz de Torres, autor de Mar de alas, expiloto de la Armada española, realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto del Peñón en 1993. Lo que parecía una emergencia resultó ser “una gamberrada”

La literatura es una fuente inagotable de inspiración pero también da a conocer historias reales que pueden pasar desapercibidas y que el maravilloso mundo de los libros, a través de sus protagonistas o los autores, inmortaliza.

Un buen ejemplo es la desconocida historia que el sevillano Antonio Ruibérriz de Torres, expiloto de la Armada española y escritor, recoge en el libro ‘Mar de Alas’, de la editorial JM Ediciones y publicado en 2017.

Antonio Ruibérriz - Mar de Alas

En el mismo, el autor narra cómo realizó un aterrizaje de emergencia en Gibraltar el 8 de febrero de 1993, cuando una sección de dos ‘Harrier AV-8ª’ regresaba de un vuelo a baja altura sobre la isla de Alborán, al sur de Málaga.

Después de completar la ruta, como el propio autor ha contado también en la web de Forocoches, habían subido y establecido contacto con el control en Sevilla, cuando, “en un rumbo recto a Rota y con Gibraltar por delante de nuestras narices, se encendieron las dos luces de combustible bajo. Seguí el procedimiento estándar, sin que las dos luces se apagasen. Teóricamente, esto significaba que se habían cerrado las dos válvulas de los tanques centrales y que tenía apenas dos minutos de tiempo de funcionamiento del motor”.

Mar de Alas
Mar de Alas

En ese momento declaró emergencia y según cuenta, Control-Sevilla le dio la frecuencia de aproximación de Málaga. “Empecé a girar hacia Málaga y cambiar a esa frecuencia, pero no pude encontrar visual para el campo de aterrizaje. Mientras tanto, la pista de Gibraltar estaba a menos de 10 kilómetros a las 12 en punto”.

Según este relato, el piloto comunicó que haría un aterrizaje de emergencia en Gibraltar y que sin ningún problema aterrizaron en la pista del aeródromo.

Sin embargo, lo que parecía una emergencia fue en realidad una “gamberrada aeronáutica que ahora con mi edad no haría”, como el propio protagonista ha reconocido a Reach-Alcance: “Era más joven y tenía necesidad, por una serie de razones, de hacerlo. La moral de la cuadrilla estaba muy baja. Lo hice por levantar un poco el ánimo y porque hacía mucho tiempo que había dicho que antes de irme tenía que tomar Gibraltar. No fue el combustible. Fue una gamberrada”.

Antonio Ruibérriz de Torres

Ruibérriz de Torre recuerda que, poco tiempo después, la Royal Navy británica desembarcó, “dicen que por equivocación”, en una playa de La Línea. “Hay mucha gente malitencionada que relaciona ambos episodios. Dijeron que se equivocaron aunque el Peñón es el Peñón y lo otro es una bahía”, agrega.

Eso sí, el autor destaca que el trato en Gibraltar fue muy cordial y que luego, la Royal Air Force le envió incluso una fotografía con él y su compañero con el Peñón al fondo.

“Hasta las limpiadoras se hicieron una foto conmigo. El disfrute fue total”, apunta.

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