Este 1 de diciembre se entregaban en Barcelona los Premios MAV 2018, otorgados por la plataforma Mujeres Visuales para reconocer la aportación, valiosa a la par que aún poco reconocida, de las mujeres al mundo del Arte.
Magda Bellotti (Algeciras, 1957) ha sido la galardonada en dicha categoría, y, como tal, le correspondía compartir honores, a nivel nacional, con la artista Paloma Navares, la gestora Rosina Gómez Baeza, la crítica Margarita Aizpuru y la joven promesa Sandra Seldas, reconocida en la categoría de proyectos de artistas menores de 35 años.
La galerista algecireña reconoce que esta importante distinción, “todo un honor”, le llega en un momento de especial dificultad para el sector, que no termina de superar la crisis de modelo de negocio a la que se enfrenta desde hace ya algún tiempo.

“La proliferación de Ferias nos ha hecho mucho daño, y a ello hay que sumar que el siglo XXI trajo la irrupción de las nuevas tecnologías, la convivencia con otros medios muy visuales… El público demanda ahora otro tipo de experiencias, ya no importa tanto el espacio físico, y eso supone un gran reto para las galerías, pero no queda más remedio que reinventarse”.
Pero a Magda Bellotti, con 35 años de trayectoria, no solo le preocupa el futuro de las galerías, sino también el poco peso que sigue teniendo la mujer en el mundo del Arte.
“Parece mentira, pero en estos 35 años no han cambiado tanto las cosas… Somos la mitad de la población, pero tenemos una Ley de Igualdad que no se cumple, no hay paridad, y la prueba está en la escasa presencia de mujeres en las colecciones de los museos, en los patronatos… Las artistas que intentan abrirse camino notan que a ellas les cuesta más trabajo que las tomen en serio que a sus compañeros varones, y que esto siga pasando, en pleno siglo XXI, es indignante… Sigue siendo necesario un cambio profundo de mentalidad, y no sólo en el mundo del Arte”.

En el momento de realizarse esta entrevista, Bellotti se encontraba preparando una conferencia para la Universidad Complutense de Madrid precisamente sobre eso: la necesidad de una igualdad real, e incluso de reescribir la Historia del Arte Contemporáneo.
Arte Contemporáneo. “Desde fuera puede parecer el nuestro es un sector más progresista, más abierto… pero la realidad es que padecemos la lacra de la desigualdad de género como cualquier otro sector. El dinero sigue estando, mayoritariamente, en manos de los hombres, y la mujer, por lo general, sigue teniendo menor capacidad adquisitiva… Valemos menos, y, por tanto, nuestra opinión también vale menos. Duele decirlo, pero es la triste realidad”.
Bellotti, cuyos padres, (él algecireño, ella gibraltareña) la acostumbraron desde pequeña a viajar por Europa y a entrar en contacto con otras culturas, reconoce que tuvo una infancia y una juventud atípicas y, en cierto modo, privilegiadas, pero que luego, cuando tuvo que abrirse camino sola, llego el choque con la realidad.

Premios como el de este mes de diciembre, en La Bonne de Barcelona, en la clausura de la Bienal de MAV 2018, no solo implican el reconocimiento a una trayectoria brillante, sino que sirven también de aliento, de impulso, de acicate.
“Es agradable descubrir que el esfuerzo tiene cierto eco, que no cae en saco roto…”, reconoce Bellotti. Y añade: “Las mujeres profesionales del mundo del Arte nos estamos convirtiendo todas en unas auténticas guerrilleras, no nos queda otra… Es que hasta el lenguaje sigue siendo machista… Es alucinante”.