De padre gibraltareño y madre malagueña, la artista dejó huella en una zona en la que pasó parte de una vida intensa y fascinante y de la que confesó que guardaba unos recuerdos entrañables.
Su nombre era Magdalena Nile del Río, pero todo el mundo la conoció como Imperio Argentina. Nació en Buenos Aires (Argentina) en 1906 y falleció en la localidad malagueña de Benalmádena, donde residía, en 2003, cuando tenía 92 años.
Esta actriz y cantante fue un icono de varias generaciones, una belleza y una auténtica diva de la copla y del cine que alcanzó el estrellato entre los años treinta y sesenta del siglo XX. Protagonizó numerosas películas y actuó en los mejores escenarios.
Fue una de las grandes damas de la copla y el arte lo llevaba en sus genes. Su padre, Antonio Nile, era un guitarrista de Gibraltar y su madre fue Rosario del Río, una actriz malagueña.
La vida artística de Magdalena Nile comenzó muy pronto. A los seis años subió a su primer escenario y no abandonó el mundo del espectáculo hasta que tuvo una edad avanzada.
Su carrera tuvo muchas luces pero también sombras. Se la relacionó con el régimen franquista –Franco no ocultaba su admiración por ella- pero también con la Alemania nazi. Adolf Hitler también cayó rendido a sus pies, como también lo hizo años más tarde Fidel Castro.
Pero la vida de Imperio Argentina está además vinculada para siempre con el Campo de Gibraltar, donde vivió parte de su infancia y regresó siendo ya una estrella.
El cronista oficial de San Roque, Antonio Pérez Girón, tuvo la suerte de conocerla y hablar con ella cuando estuvo en un festival de la copla de San Roque hace años. “Me dijo que se sentía muy unida a la zona, que su estancia aquí era un recuerdo que nunca había olvidado pese al tiempo transcurrido y que le gustaba mucho volver”.
Gibraltar y Campamento
El padre de Imperio Argentina, Tony Nile, dejó su trabajo como mecánico para cumplir su sueño de ser artista y emigró a Estados Unidos, donde conoció a la que sería su esposa, la malagueña Rosario del Río. El matrimonio se estableció en Buenos Aires y allí nació su primera hija, Magdalena, Malena como la llamaban.
Años más tarde la familia regresó a España y fijó su residencia en la calle Real de Campamento, donde Imperio Argentina pasó parte de su infancia.
Según cuenta el cronista oficial de San Roque, Antonio Pérez Girón, en www.noticiasgibraltar.es y explica a Reach-Alcance, Tony Nile frecuentaba la tertulia de una pensión de otro gibraltareño, Fernando Barbara, conocido como El Chuti, donde mantenían a rajatabla la británica tradición de tomar el té.
Pérez Girón cuenta además que Tony Nile fue pieza fundamental en la fuga de La Línea del escritor Ángel María de Lera, con quien le unía una gran amistad. Nile lo escondió y facilitó su fuga en un barco hasta Gibraltar:
“Ángel María de Lera pertenecía al Partido Sindicalista. Tony Nile lo salvó de ser fusilado al ocultarlo y llevarlo en barco hasta Gibraltar”.
Nile estaba muy vinculado al mundo del flamenco y al mundo nocturno del Campo de Gibraltar, cuyo epicentro era La Línea, donde había muchas salas de espectáculos. “Era muy aceptado en todas las clases sociales de la época, desde las más altas a las más populares, hasta el punto de que se le vincula con personajes de izquierda como fue Ángel María de Lera”, explica el cronista oficial de San Roque.
Imperio Argentina y su padre mantenían una estrecha relación con la importante colonia de gibraltareños e ingleses que se estableció en Campamento en el siglo XIX, algunas de cuyas mansiones aún se conservan.
“Antonio Bernal me contó que ella frecuentaba las cenas y las fiestas nocturnas de esta clase social y su padre también. Estaban a caballo entre la colonia inglesa de Campamento, la vida nocturna de La Línea y Gibraltar”, señala Pérez Girón.
La artista regresó a Campamento en varias ocasiones cuando ya era una estrella y visitó a personas que conoció en su infancia. Quería conocer mejor sus raíces.
La Línea
Pero Imperio Argentina también tuvo una vinculación muy especial con La Línea de la Concepción, cantera de la copla. No podía ser de otra manera.
La artista entabló una gran amistad con el compositor linense José Muñoz Molleda. De hecho, el músico compuso la partitura de la película ‘Carmen la de Triana’ que protagonizó la artista, pero no fue la única colaboración entre ambos. Hubo más.
La artista compró un chalé en la avenida de España, donde pasaba los veranos y largas temporadas, según cuenta Alberto Velasco, creador de ‘La Línea a través del tiempo’, y donde también actuó en numerosas ocasiones.
La Línea le rindió tributo hace años y le dio su nombre a una plaza de la ciudad.