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La banca apuesta por Gibraltar: Afrontando desafíos

Peter Schirmer · Fotos: Gibraltar International Bank

Gibraltar International Bank, Gibraltar

El Gibraltar International Bank (GIB, Banco Internacional de Gibraltar), que se fundó hace tres años y medio, ha desconcertado a aquellos que lo criticaban superando todas las expectativas. Obtuvo beneficios en 2018 y ha conseguido depósitos que siguen en aumento alcanzando a día de hoy los 750 millones de libras. GIB se muestra capaz de capear cualquier temporal que ocurra tras la tormenta del Brexit.

‘Hasta ahora, a pesar de la preocupación de algunos, el Brexit no ha tenido ningún efecto negativo sobre nosotros’, comenta a Reach Lawrence Podesta, director general del banco. ‘Vamos viento en popa, tanto es así que hay una demanda continua para la apertura de cuentas y oportunidades de negocio’.

Existe cierta incertidumbre sobre la situación de los clientes de Jyske Bank, entidad danesa que anunció recientemente la venta de su unidad de negocio en Gibraltar. Esta entidad comenzó en 1987 al adquirir el AL Galliano Bankers, el banco gibraltareño más antiguo.

Gibraltar International Bank

Los clientes de Jyske deben estar preguntándose si esta operación les permitirá mantener sus cuentas. En lo que respecta al GIB, sus beneficios y depósitos siguen creciendo y el banco también se plantea introducir una serie de nuevos servicios antes de final de año… aunque, de momento, no pueden divulgarse.

Teniendo en cuenta que el GIB se especializa en la atención al cliente ‘de la calle’, es posible que sea la opción al alcance del bolsillo del cliente medio.

En los últimos años, la reducción en la oferta de banca minorista, banca utilizada por empresas y particulares en Gibraltar desde antes de la Segunda Guerra Mundial, amenazó con crear un vacío financiero cuando Barclays, y más tarde Lloyds, retiraron sus servicios de ventanilla. No se trataba de una situación que solo afectara a Gibraltar.

Debido a la crisis económica de hace diez años, las instituciones financieras se vieron obligadas a reevaluar sus funciones en el mundo occidental. Los grandes bancos minoristas tuvieron que usar el hacha en vez de las tijeras en muchas de sus entidades.

Lawrence Podesta, Chief Executive Officer at Gibraltar International Bank
Lawrence Podesta

A medida que estas sucursales cerraban (a menudo fuera de las ciudades, y por tanto reduciendo el acceso de los clientes a los servicios bancarios), fue surgiendo una nueva clase denominada ‘challenger banks’ que surgen como un reto a la banca tradicional.

Unos 70 de ellos se han implantado en el sector bancario británico para ganarse la lealtad de las pequeñas empresas y de los clientes de a pie, simplemente porque muchos de los grandes bancos no lo han hecho.

Hasta ahora, incluso tras el cierre de Barclays, el Peñón dispone de una base muy reducida de clientes potenciales para atraer la atención de bancos como Tesco o Virgin.

NatWest acogió a algunos de los clientes de Barclays que buscaban un nuevo hogar en Gibraltar, y el GIB (que se estableció en gran medida para contrarrestar el cierre de Barclays) absorbió al resto. También compró la cartera hipotecaria local de Barclays, una medida que ha supuesto una serie de beneficios para el GIB.

“Los challenger banks tienen sus propios problemas, dice Podesta, explicando que estos bancos se crearon como resultado de lo que se consideraba un vacío en el mercado de la banca minorista debido a las grandes entidades de crédito. Esto no es del todo correcto, ya que parece que estas instituciones de mayor tamaño están reorientando su estrategia hacia el mercado nacional y, en particular, hacia el frente hipotecario. Como consecuencia, algunos de estos ‘challenger banks’ han sufrido pérdidas.

En cuanto al sector DLT/ Fintech, Podesta afirma que “sigue siendo difícil entablar relaciones con bancos corresponsales que estén dispuestos a realizar transacciones en dinero FIAT.»

«La introducción por parte de la Comisión de Servicios Financieros de Gibraltar de un marco regulador para las empresas DLT permite a los bancos tener la tranquilidad de que se han establecido todos los controles y verificaciones necesarios y de que la ‘diligencia debida’ y el proceso de ‘CSC (Conozca a su Cliente)’ se están llevando a cabo correctamente”.

Podesta añade “Somos afortunados ya que Gibraltar es una jurisdicción relativamente pequeña donde podemos trabajar de manera rápida y en estrecha colaboración con la entidad reguladora (la Comisión de Servicios Financieros de Gibraltar o GFSC). El problema reside en que esta regulación no existe en otros países en los que operan estos bancos corresponsales y, por tanto, según su política, no se dedican al negocio de DLT/ Fintech.”

Hay menos prestamistas y una gran demanda de hipotecas (especialmente para proyectos de vivienda pública) y aunque es necesario repartir el riesgo, la forma de hacerlo está más limitada.

La mayoría de las entidades reguladoras de los bancos europeos (tanto a nivel nacional y de la UE) establecen un límite del 30% del negocio del banco para los préstamos hipotecarios.

Pero con los 220 millones de libras que ya se han prestado en hipotecas, el tope del 30% ha pasado a ser del 50% para que el GIB pueda satisfacer la demanda de préstamos fruto de la compra de las nuevas propiedades construidas por el Gobierno.

Gibraltar siempre ha tenido una excelente reputación en el pago de hipotecas y un número muy pequeño de impagos. El GIB ha traído de vuelta la banca local de Gibraltar. Refleja una tendencia creciente en otros países en los que, en ocasiones, se ha comprobado que las entidades multinacionales carecen de lealtad hacia los clientes locales.

A pesar de esto, es justo decir que, hasta ahora, el Royal Bank of Scotland (Banco Real de Escocia), conocido como NatWest y perteneciente en parte al Estado británico, cuenta también con una excelente reputación a nivel local.

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